Publicado: 12.01.2024
Después de una exitosa semana de esquí, desayunamos a las 6:15 y partimos de regreso a casa en la oscuridad. Poco a poco salió el sol, pero en el autobús casi nadie estaba despierto. Y como tantas veces, había el molesto problema. En el autobús hay un baño, pero no se cierra, porque por supuesto está averiado 😆. A pesar de varias peticiones, casi súplicas, el conductor del autobús reaccionó de manera consistente pasando de largo los estacionamientos. Solo una llamada a la empresa trajo resultado y la tan esperada liberación para el estudiante.