Publicado: 31.05.2023
Como primer punto del programa para el día de hoy, estaba previsto un ensayo del coro, en el cual se dieron los últimos retoques a algunas piezas a cappella para el concierto de esta noche. En el supermercado de Arborea, nos aseguramos de tener algo de almorzar, y después se nos indicó que aprovecháramos el tiempo libre hasta la tarde.
Algunos de nosotros hicimos un paseo a caballo con los caballos del hotel, otros jugaron al fútbol, realizaron gimnasia acuática en la piscina o utilizaron el tiempo para descansar y relajarse un poco.
La zona alrededor de Arborea y la ciudad se comportan de manera bastante atípica a lo que hemos visto hasta ahora en la isla. En lugar de serpentinas y muchos metros de altura que se recorren en poco espacio, el terreno es plano y el trazado de la ciudad y de los campos circundantes es estrictamente geométrico y completamente rectángulo. La ciudad fue fundada en 1928, durante la época del fascismo italiano, bajo el nombre de Mussolinia y la antigua zona pantanosa y rica en lagos, con una flora y fauna diversa, fue drenada. El cambio de nombre a Arborea ocurrió en 1944 y el nombre podría verse como un guiño a los muchos árboles (lat. arbor = árbol) que debe haber existido aquí anteriormente.
A las 19:00, partimos hacia la Chiesa del Santissimo Redentore en Arborea para nuestro tercer concierto. Incluso pudimos atraer a huéspedes del hotel de Alemania como audiencia, pero solo después de poder quitarles el miedo de que no éramos un tour de fiesta, sino un coro ;)
El coro S. Cecilia fue el primero en actuar, seguido por el coro juvenil Don Bosco, ambos de Arborea. Luego fue nuestro turno. Después del programa espiritual, cantamos las canciones pop “A Million Dreams” y “Bohemian Rhapsody”, las cuales entusiasmaron a los oyentes que cantaron con gran alegría. Después, los dos coros se unieron a nosotros y cantamos juntos las piezas “For the Beauty of the Earth” y “Kwangena Thina Bo”, que habíamos ensayado en el taller de ayer.
Después del concierto, nos ofrecieron una deliciosa comida, que fue preparada con gran esfuerzo por nuestros anfitriones, y terminamos la noche con música y baile.