Publicado: 19.08.2020
En 2018 despertó mi pasión por viajar. La primera vez que viajé conscientemente (aparte de las vacaciones en Egipto con mamá y papá hace años) ... fue un viaje espontáneo a Dubái con mi amiga Alicia. No teníamos idea de lo que nos esperaba, pero las expectativas eran enormes. Quizás demasiado grandes, como se vería el primer día.
El 5 de marzo partimos por la noche de Berlín a Dubái. Mi plan de dormir bien en el vuelo nocturno fracasó miserablemente. ¿Estaba demasiado emocionado? ¿O era simplemente incómodo? Por lo menos, no pude dormir, en contraste con Alicia. Ella se sentó en sus 4 letras y ya tenía los ojos cerrados. Bueno, al menos pude disfrutar del amanecer sobre Dubái desde el avión.
Pero bueno. Solo quedaba esperar que al menos nuestra habitación fuera bonita y que pudiéramos disfrutar de una bonita vista.
Al hacer el check-in en el