Publicado: 17.07.2019
Después del desayuno de esta mañana, comenzamos de inmediato. Maja y yo nos encargamos de la primera gira. Teníamos 4 principiantes y una vez más se notó - un principiante no es igual a otro. Hay aquellos a los que los pones en un caballo, les explicas un poco y generalmente ya puedes trotar con ellos. Y luego están los otros. No escuchan las explicaciones y suelen ser muy temerosos, tratando de frenar cada paso que el caballo efectivamente toma por sí mismo con exclamaciones de '¡Ho!' que rozan la histeria, como si quisieran evitar esos 2 pasos extras. Si los caballos pudieran poner los ojos en blanco, esta mañana hubiéramos tenido al menos 1 de esos. Gracias a Dios, no hay muchos de estos tipos de clientes de equitación, y realmente tengo que recordarme a mí misma que son clientes que pagan y Magnus, entre otras cosas, depende de ello. A pesar de todo, logramos llevar a todos de vuelta a casa sanos y salvos. Todos los clientes de equitación estaban radiantes y dijeron que fue una experiencia maravillosa.
Después, tenía planeado salir con Pyrla al campo para buscar más pasos de trote. En cambio, Magnus me mandó con el caballo y las dos chicas jóvenes hacia la pista ovalada. Allí los caballos podían (debían) galopar correctamente. Y ¿qué pude comprobar? También los caballos que viven aquí en Islandia pueden hacer galope cruzado - no solo mi pequeño en casa. Pero después de dos intentos, estuvimos de acuerdo y funcionó bastante bien.
Casi de vuelta en el establo, me ocupé de mi caballo del corazón - es tan adorable. Mi objetivo para las próximas semanas es quitarle la0880 cabezada de nudos y poder ponerla normalmente. Veremos si lo logro. Después, volví a montar con Cassandra y Maya, y fue una salida exitosa a pesar del encuentro con los fantasmas del viento, que sentí cada pocos metros. Luego terminamos de arreglar el establo, enviamos los caballos al prado nocturno y los alimentamos. Sin embargo, hoy me molesté un poco por nuestras practicantes. Fue tan típico de la juventud que no piensa. Ellas estaban cocinando, entras a la casa, huele a cebollas y ajo y luego te enteras de que las chicas solo habían cocinado para sí mismas… Hmpf… adolescentes… Yo cené muesli…