Publicado: 04.08.2023
El sol nos despertó, disculpa, cuando salió sobre Bilbao. Decidí hacer un corto recorrido en MTB. Primero atravesé la ciudad, subiendo y bajando escaleras de vez en cuando, ya que los túneles o las calles de sentido único hacían imposible pasar, pero al final logré salir de la ciudad.
Es una zona bastante montañosa, casi como una colina. El camino se fue estrechando, y en algún momento era solo un sendero que subía en línea recta por la montaña. Por suerte, al final volví a una carretera, pero incluso allí necesité en ocasiones el primer (!) cambio de mi MTB. Al llegar a la cima, comenzó el descenso y me alegré mucho de no haber ido en la dirección opuesta, era tan empinado…
Al llegar al lugar, era hora de empacar, nuestras 48 horas estaban llegando a su fin. Salimos del lugar y comenzamos a planear hacia dónde ir a continuación. Una vez más hojeé el libro de los legendarios road trips en Europa que me regalaron mis queridos compañeros y me di cuenta de que acabábamos de entrar en una de las rutas que se describen en el libro. Santillana del Mar era la siguiente recomendación, se dice que es el pueblo más bonito de España – hacia allí.
Justo antes de llegar, comenzó a llover, así que nos detuvimos en un aparcamiento urbano y esperamos un poco. La lluvia fue bastante persistente, pero eventualmente disminuyó y comenzó nuestra exploración. Es realmente un pueblo sacado de un libro de cuentos, aunque se tiene la sensación de estar en un museo. ¡Valió la pena la visita!
Por la noche siguió lloviendo y simplemente disfrutamos de un poco de tranquilidad.