Publicado: 02.01.2019
Así que hoy hemos pasado el día con la planificación alternativa de nuestro viaje. Después de que Nora se despertara alrededor de las 11, primero alargamos nuestra estancia en el hotel por dos noches. Después, hacia poco antes de las 12, tuvimos desayuno... al menos en ese aspecto ya estamos en el ritmo de vacaciones :-))
Al mediodía nos dirigimos a la estación de tren para cambiar nuestro billete. Para mi sorpresa, fue bastante fácil. Sin embargo, el único viaje disponible era para la noche del viernes. Bueno, lo tomamos de momento. A lo largo del día, sin embargo, se ha revelado que la tormenta alcanzará su punto máximo el viernes y sábado en las islas del Golfo (y, por lo tanto, también en nuestra ruta de tren). Así que ese viaje también se va al agua... en el más verdadero sentido de la palabra. ¿Y ahora qué? Me he estado preguntando eso durante todo el resto del día. Aunque aún no he encontrado una solución real, por el momento parece que vamos a romper nuestras tiendas en Tailandia y avanzar a Malasia más temprano.
Para distraernos entre toda la replanificación, fuimos al Parque Lumpini durante 2 horas. El mayor espacio verde de Bangkok. Incontables corredores estaban en camino, uno incluso con una camiseta del BVB :-)) Hicimos un recorrido en un bote de pedal en forma de cisne y luego Nora se divirtió en el parque infantil.
De regreso en el hotel, había algo delicioso para comer. Y mientras comía, me volvió a venir a la mente, o más bien a mi sentido del gusto, que si en un menú tailandés dice