Publicado: 11.01.2018
Hoy no sé qué imágenes subir, ¡simplemente no puedo decidirme! Pero empecemos desde el principio: después del desayuno, nos embarcamos en un pequeño bote hacia una isla aún más pequeña. Fue una aventura, ya que cada ola nos golpeaba directamente, y el bote se mecía bastante. En ese momento, ya habíamos empezado a lamentar un poco nuestra decisión de ir allí. ¡PERO ENTONCES: esta fina playa de arena blanca, este agua turquesa, palmeras, vistas impresionantes y, sobre todo, ¡sin turismo masivo! ¡Increíble!
Luego tuvimos unas buenas 2 horas en el lugar, Nora y yo estuvimos nadando. Menos mal que nos dijeron después que había muchas medusas en el agua 🙈 Bueno, no se acercaron a nosotros, a veces hay que tener suerte.
La isla alguna vez iba a ser convertida en un resort de lujo. Sin embargo, nunca se terminó y con el tiempo la naturaleza ha recuperado mucho terreno. Se veía bastante fascinante.
De vuelta en Koh Mak, todavía estuvimos relajándonos en la playa. El único inconveniente es que hay muchos perros callejeros, así que hay que estar siempre atentos.
¡Fuera de eso, un día de ensueño!