Publicado: 17.01.2020
La noche fue sorprendentemente soportable y no nos congelamos. El sol nos da la bienvenida y desayunamos con vista a las montañas. Luego hay que volver a empaquetar y continuar. ¡Estamos de vuelta en modo vagabundo! Seguimos por la A-92 hacia Tabernas. Aquí no solo hay un aceite de oliva fantástico, sino también un paisaje que recuerda a un desierto. En el camino, esta vez hay infinitos almendros, en lugar de olivos, que lamentablemente todavía no están floreciendo. El desierto de Tabernas es realmente un paisaje interesante y recuerda un poco al Viejo Oeste. Llegamos al molino de aceite Castillo de Tabernas (por supuesto, nos pasamos 20 m, de todos modos gracias por el consejo, Peter...) y hacemos una buena compra, poco a poco ya no queda mucho espacio en el autobús... ¡Aquí también hay un montón de olivos, el molino tiene más de 100,000!!
Estamos debatiendo si volver a bajar a la costa hacia Almería o cruzar hacia la costa este y avanzar un poco hacia el norte... ¡Decidimos avanzar, solo nos quedan unas dos semanas y en el camino hacia arriba, queremos ver algunas cosas!
Optamos por Águilas y aquí realmente tenemos que darnos cuenta de lo que todos aquellos que vienen desde el Mediterráneo nos han profetizado... ¡aquí todo está abarrotado y lleno de campistas de invierno! ¡Terrible! Como ya no tenemos ganas de ir de un lugar a otro, preguntamos en el primer lugar que encontramos si podemos quedarnos una noche. Podemos aparcar nuestro autobús frente a un bungalow que no está ocupado en este momento, lo cual está bien... aquí todavía tenemos más espacio que los demás con sus grandes neveras en sus mini parcelas. Está tan lleno que no se puede imaginar, a menos que lo hayas visto realmente... ¡lo hemos visto ahora y creemos ahora también todos los rumores sobre los lugares atestados en la costa mediterránea... increíble! Aquí los pensionistas realmente venden collares de conchas hechos a mano en sus parcelas (un poco para complementar la pensión...)... hablemos claro, quien inverna aquí durante dos o tres meses realmente tiene un clavo en la cabeza y no está bien de la cabeza... ¡podrías quedarte en casa y comprar un bono de diez sesiones para el solárium y quedarte en casa...!
La costa tampoco es bonita, un gran complejo hotelero persigue al siguiente. Por suerte, nos quedamos tanto tiempo en Rota, de lo contrario, aquí nos habríamos enfadado. Jörni fue otra vez con el perro y dice que de noche es bastante bonito, con las luces sobre la ciudad... al menos eso. Así que mañana temprano nos levantaremos y avanzaremos un poco, y atacaremos Valencia, a partir de ahí parece que será mejor. ¡Veremos...!