Publicado: 09.04.2019
Pasé cuatro noches en Valdivia y realmente tuve un gran tiempo. Ya en el primer día encontré un amigo en el hostel que, a su vez, estaba visitando a su amigo en Valdivia. Así que pude unirme a él y conocí a muchos estudiantes. Siempre había algo que hacer. Por la tarde, los locales nos mostraron algunos lugares hermosos de la ciudad y en la noche fue la fiesta. Así experimenté cosas que a otros turistas les son negadas.
En el segundo día, decidí vivir un poco de cultura por mi cuenta y visité la cervecería Kunstmann. Como su nombre indica, la cervecería tiene origen alemán. Hay algunas cervezas con nombres alemanes en la región. Esto está relacionado con los emigrantes alemanes que se asentaron en esta zona en el siglo XIX. La influencia alemana en la región es claramente palpable. Hay aldeas con nombres alemanes, varias escuelas y asociaciones alemanas y mucho strudel de manzana. El clima aquí es similar al nuestro, por lo que los vinos aquí no son una maravilla, lo que probablemente también sea una razón para la marcada cultura cervecera en la región. La visita a la cervecería Kunstmann fue también muy interesante, y encontré muy positivo que la degustación comenzara al inicio de la visita. La cervecería ofrece más de 20 cervezas realmente deliciosas. Todo muy al estilo alemán.
En el último día, fuimos juntos al mar donde disfrutamos del atardecer con cerveza y empanadas. Realmente encantador. Y se volvió aventurero después, porque la marea cortó nuestro camino de regreso, así que buscamos a tientas nuestro camino entre piedras y barro en la oscuridad. Al final todo salió bien y terminamos el día con una buena fiesta de estudiantes.
Realmente hice algunos amigos geniales y no olvidaré fácilmente estos días en Valdivia. La ciudad es exactamente de mi agrado, todo tiene un ambiente muy relajado, la gente es muy amigable y pacífica. Por la noche podíamos caminar al aire libre sin miedo, aquí no hay criminalidad. Una ciudad realmente tranquila.