Publicado: 20.06.2022
Esta mañana me desperté en medio de una ciudad de 500,000 habitantes y ahora...
Pero vamos por partes: por la mañana, tranquilamente recogí mis cosas. La noche fue algo inquieta. Unas tormentas fuertes pasaron al norte a partir de la medianoche. Y como no tengo tan buenos datos meteorológicos aquí como en Suiza, estaba un poco tenso y escuchaba de vez en cuando hacia afuera. Esto, por supuesto, afecta la calidad del sueño.
Como no había una gran etapa hoy, aproveché la oportunidad para hacer algunas compras y abastecerme de víveres para poder pasar los próximos días. Mi camino me lleva de nuevo a áreas más remotas de Lituania, en el este. Dicho y hecho, descubro una gran calle comercial: Decathlon, IKEA y muchos más están aquí uno al lado del otro. Así puedo hacer todo rápidamente. Ahora, fuera de la ciudad. Desafortunadamente, en el bullicio me pierdo una salida y al mismo tiempo mi GPS se vuelve loco. Oportunidad para equivocarse un poco. En algún momento, sin embargo, encuentro la ruta y pronto dejo la ciudad atrás. He planeado una parada, una visita al centro de Europa. Este punto del programa se resuelve rápidamente. En el monumento, conocí a un cicloturista que ya había cruzado en Vilnius. ¡Divertido!
Aún me separan cuarenta kilómetros del objetivo. Con la calidad de las carreteras (después de todo, es una conexión principal hacia Letonia) es más fácil decirlo que hacerlo. La fatiga que se acumula (como dije, la noche fue inquieta) me lleva a hacer una siesta al costado de la carretera. Así, fresco, continúo los últimos kilómetros hacia el destino del día. ¡Qué contraste!: en medio del bosque, ubicado junto a un hermoso lago, los lugares están distribuidos de manera suelta y los pocos visitantes se distribuyen bien. La infraestructura todavía irradia un poco de encanto de la URSS, pero todo lo necesario está allí y está limpio.
Poco después de montarlo, comienza a llover un poco. Pero ahora, para la cena, todo está seco de nuevo. Probablemente mañana haré un día de descanso en la tienda de techo. El clima, de todos modos, parece indicar eso. Así que: ¡Buenas noches!