Publicado: 22.06.2018
El verdadero objetivo de este viaje era estar una vez en el festival de Midsommar en algún lugar de Escandinavia y experimentar este cuento de verano en vivo. Hasta aquí el plan, la realidad es lamentablemente algo diferente: desde que dejamos Estocolmo ayer por la mañana, ha estado lloviendo casi continuamente, la temperatura apenas alcanza los 8 grados estivales y hay una tormenta que lanza el mobiliario de los cafés por los aires.
Pienso con melancolía en las imágenes, donde chicas con coronas de flores en el cabello y vestidos blancos bailan descalzas en prados verdes y jugosos alrededor del 'Midsommar-Pol' - el árbol de mayo - bajo un sol que no se pone y donde el mar azul profundo susurra mientras la gente celebra.
Bueno, ahora las chicas llevan chaquetas de plumas y capuchas de lluvia, quienes no tienen que salir se quedan adentro y los árboles de mayo, aunque ya están bien decorados, aún permanecen en sus soportes. Probablemente han pospuesto las ceremonias debido al mal tiempo. Tal vez esta noche se seque un poco y mañana mejore.
En general, es una escena bastante desoladora y nos duele por la gente aquí, ya que hoy es uno de los días más importantes del año para casi todos los escandinavos.
Y además: Åland es realmente hermosamente bello y solo podemos imaginar lo que se podría hacer en esta maravillosa naturaleza, si no fuera porque casi nos congelaríamos o seríamos llevados por el viento. Åland, por cierto, es una región con gran autonomía que pertenece a Finlandia. Sin embargo, se habla sueco, lo que tiene varios antecedentes en una historia turbulenta. Lo del sueco es bastante práctico. No es que dominemos el sueco, ¡no! Pero, a diferencia del finlandés, al menos se puede entender hasta cierto punto lo que se quiere decir en la lengua escrita. Fisk = pescado, Öl = cerveza, Dubbel Rum = ron doble... o habitación para tontos o habitación doble...??? No importa, nos gusta, ayer ya descubrimos algunos restaurantes muy bonitos que, totalmente poco escandinavos, no cierran sus puertas a las 21.00h y el casino, que está adjunto a nuestro hotel, tiene un hermoso bar con pantallas grandes para el Mundial. ¿Qué más se puede querer? Respuesta: un próximo intento para un Midsommar veraniego en algún lugar de este hermoso norte.