Ya han pasado tres semanas desde que partí. El tiempo vuela y, sin embargo, todos los recuerdos están tan presentes, como si todo hubiera sido ayer.
Dormir hasta tarde en el dormitorio fue genial. 🤣
A las siete y media estaba despierto, porque por supuesto todos los demás se estaban preparando como de costumbre y empaquetando sus mochilas. Pero yo me quedé en la cama y seguí dormitando. Cuando finalmente me levanté, aproveché el tiempo y lavé mi ropa. Durante eso, desayuné con Anton. Cuando llegamos al casco antiguo, nos encontramos allí con Ryan (quien aparentemente salió muy temprano y ya había llegado a León) y Adva (que aún no ha volado a Sudamérica y llegó esta mañana en autobús a León). Juntos fuimos a la catedral y la visitamos. En la catedral, Anton y yo pegamos unos stickers que teníamos de la cena de anoche en la mochila de Ryan, sin que él se diera cuenta. Fue una situación bastante divertida. Después de dar una pequeña vuelta por la ciudad y comer churros juntos, me despedí. Ryan hará una pausa de 2 días. Anton tomará un día más de descanso y Adva volará a Sudamérica. Seguro que volveré a encontrarme con Ryan y Anton estos días. La despedida de Adva, con quien he tenido muchas, muchas conversaciones y que realmente se ha vuelto muy cercana a mí, es más difícil. Y como sé que tú lees esto todos los días:
¡Animo! ¡Disfruta tu tiempo en Sudamérica! Y como te dije antes, no te diré adiós. Digo: ¡Nos vemos pronto de vuelta en
Israel o Alemania! Cuídate.
Y así, a eso de las 13:30, me puse en marcha. Los primeros momentos fueron bastante emocionantes, porque pasaba por el casco antiguo y algunas atracciones embellecían el camino. Un sábado en un centro de ciudad muy concurrido, fue muy desafiante para mí encontrar las flechas amarillas que me indicaban el camino. A veces eran muy pequeñas o apenas visibles y, entre la multitud, a menudo no eran visibles. Pero de alguna manera logré salir de eso y, cuando crucé un puente, la multitud de personas disminuyó rápidamente. A lo largo de los barrios de la ciudad, continué casi una hora y media hasta salir del área industrial y llegar a un suburbio. Allí comí algo antes de seguir por la carretera. En Valverde de la Virgen, realmente quería pasar la noche. Pero cuando llegué allí, de alguna manera aún no me sentía llegado hoy. Mis piernas están muy pesadas por lo de ayer, pero decido seguir adelante. Continúo por la carretera, sin nada realmente digno de mención. He ido muy, muy lentamente. Desde ayer después de las 14:00 y hoy en todo el trayecto, no he visto a un solo peregrino. Es agradable no tener tantas personas en el camino. Tener tiempo para mí solo. A las 18:30 llego al albergue de la comunidad Villadangos del Páramo. Desafortunadamente, no hay cena. Sin embargo, con la esperanza de poder comer algo, solo dejo rápidamente mi mochila y voy al único bar o restaurante abierto en el lugar. A partir de las 20:00 solo la cocina abre, y así que he estado aquí sentando desde hace más de una hora esperando poder comer algo. Mañana planeo caminar hasta Astorga. Me levantaré temprano. A partir de las 6:30 hay desayuno. Desde el mediodía, parece que habrá tormentas fuertes con lluvias fuertes. Por eso quiero intentar llegar lo más lejos posible antes de eso.
Costos del día:
Alojamiento 20€ donación Desayuno 3€Alimentación durante el día 7,50€Cena ??