Publicado: 09.09.2018
El 8 de septiembre de 2018 celebramos el cumpleaños de Chiara de una manera muy especial, ya que ese día estuvimos en un campamento de elefantes, un poco fuera de Chiang Mai.
El campamento se fundó en julio de 2014 para evitar que los elefantes siguieran siendo explotados como atracciones turísticas. Se ha presentado el problema de que los inversores compran a los agricultores los elefantes, ya que en la actualidad hay muchas máquinas que pueden realizar el trabajo de los elefantes, por lo que ya no son útiles para los agricultores.
Además, se busca concienciar a la gente sobre la importancia de tratar a estos animales con respeto y no montar sobre ellos ni maltratarlos. En el Elephant Jungle Sanctuary hay nueve campamentos diferentes, cada uno con aproximadamente seis elefantes. Ese día visitamos tres campamentos diferentes.
El personal nos explicó que debíamos tratar a los elefantes con calma y precaución y que no podíamos tocarlos en el abdomen, la cola y las patas traseras. Con estas pautas, conocimos a nuestros primeros seis elefantes y los alimentamos con caña de azúcar y plátanos. Después de un rato, nos dirigimos al siguiente campamento y conocimos a dos crías de elefante, una de 1 año y medio y la otra de 2 años y medio. Después de las dos crías, visitamos al elefante más anciano del campamento, que con 55 años ya tiene una edad bastante avanzada.
Para terminar el día, los elefantes fueron bañados, primero en barro y luego los lavamos en el río. Los elefantes se relajaron mucho en el barro y el agua y disfrutaron de ser cuidados y limpiados. En algunos momentos estaban completamente bajo el agua y solo se veía su trompa.
Después de una última despedida y alimentación, regresamos al hostel con muchas nuevas impresiones.