Publicado: 30.07.2017
Hoy fue un día sin nada espectacular. Primero me desperté tarde, a las 8:00. No fue una buena idea, ya que el baño, o mejor dicho, el lavadero, está lleno. Esto no es sorprendente dada la cantidad de espacio que hay. Dos inodoros, dos lavabos, una ducha. No es mucho para aproximadamente 20 espacios.
Durante la espera, traté de subir las fotos del día anterior. No pude hacerlo anoche. Pero al final lo logré.
A las 9:00 también era mi turno de ducharme. Durante el desayuno pensé en hacer un día de viaje.
Desde Akureyri tomé la carretera 82, rumbo al norte, pasando por Dalvik, Olafsfj\u00f6rdur hacia Siglufj\u00f6rdur. Se sigue siempre la costa del Eyjafj\u00f6rdur. En un buen clima, un kilómetro tras otro pasa rápidamente. Las vistas son, en algunas partes, grandiosas. Desafortunadamente, no se puede capturar la impresión total en una foto. También no pude detenerme en todos los lugares para fotografiar. Justo antes de Olafsfj\u00f6rdur, la carretera pasa por un túnel. Después de unos metros, se convierte en un solo carril. Aproximadamente cada 100 metros hay un área de desvío. Mi dirección tiene que ceder el paso. La carretera tiene bastante tráfico, así que debo detenerme varias veces.
Luego viene otro túnel y cuando salgo de este, vuelve a llover. Pues bien, nada nuevo. Ya me he acostumbrado. Cuando unos ciclistas con chaquetas de lluvia me vienen en dirección opuesta, me acuerdo de Jule. ¿Acaso también se ha mojado tanto estos últimos días? Mi camino ahora vuelve hacia el sur, por la 76, siguiendo la costa de Skagafj\u00f6rdur. El recorrido termina después de unos 270 kilómetros de nuevo en Akureyri. Mi tanque está vacío de nuevo. También tengo hambre. La ceremonia de la noche no se quedará atrás en comparación con los otros días.
A continuación, algunas impresiones del viaje.