Publicado: 24.08.2017
Una última vez nos arrastramos relativamente temprano de las camas estrechas, ya que hay que empacar y limpiar. Disfrutamos una vez más de la tostada limosa y los Rice Crispies. El inodoro se vacía y limpia por última vez, luego partimos hacia Kelty, al depósito de casas rodantes.
Puntuales a las once llegamos y tenemos que hacer fila, frente a nosotros regresan dos casas rodantes más, mientras tanto ya llega nuestro taxista personal Paul con su taxi inglés. Él debe esperar primero. Se inspecciona brevemente el parachoques y se toma nota - vamos a ver si hay algo más.
Luego, Paul nos lleva al hotel cerca del aeropuerto de Edimburgo y se toma una última foto con nosotros. Como es apenas la 1:00pm, decidimos darnos una vuelta por el centro comercial cercano para conseguir algunos recuerdos u otras chucherías (aún tenemos algunas libras para gastar).
El centro comercial emociona solo a mamá y Sophie (yuhuu, un GAP, que no tenemos en nuestro país), Felix y papá, quienes desean una camiseta de fútbol, deciden ir al centro.
En el centro todavía está el caos (Festival Fringe - ver primer día), sin embargo encontramos una tienda donde los chicos compran una camiseta del Celtic. Después de varios patios (más bien millas sentidas) a pie y una salida para conseguir faldas escocesas para toda la familia, luego nos encontramos de vuelta en el hotel, donde pasamos la noche en el restaurante. Última oportunidad para probar el haggis - una especialidad escocesa. Hay que apreciarlo...
Mañana por la mañana estaremos de vuelta en Viena - ¡espero que a los lectores les haya gustado tanto como a nosotros!
Saludos cordiales,
los Döpfls