Publicado: 07.08.2017
Después de un vuelo de 16 horas, tres comidas en el avión y aproximadamente 7 películas más tarde, finalmente hemos llegado a la mega ciudad de Tokio. Primera impresión: cálido, caliente, infinitas cantidades de gente, ruidoso, un poco más cálido y caótico. A pesar de ello, encontramos bien el hotel y la cama ya nos estaba llamando en voz alta.
Al día siguiente intentamos movernos por la mejor red de transporte del mundo. Más fácil decirlo que hacerlo. A dónde queríamos ir estaba claro rápidamente, sin embargo, el panel de información solo en japonés no nos facilitó las cosas.
Y por supuesto, para el almuerzo hubo sushi - como corresponde a dos amantes del sushi ;-P