Publicado: 30.03.2017
Mr. Kit tiene aproximadamente 1 año y
peso orgulloso de 250 kg, tiene la piel bastante arrugada, sopla mucho en la
zona, come bananas con mucho gusto y le encanta chapotear en el agua. Hace
bastante travesuras, se rasca contra los árboles y le gusta molestar a su madre. ¡Un
niño completamente normal! 😉 Un verdadero peludito… y nos divertimos
tanto juntos! ¿Qué podría ser más natural que visitar a los mismos en el "País de
dos mil elefantes"?! ¡Fue
lo mejor que hemos hecho en actividades en mucho tiempo!
Nos gustaría pasar
algunas horas agradables con estos maravillosos animales de cerca,
decidimos sin embargo, en contra de cualquier tour que ofreciese paseos en
elefantes. De este modo, terminamos en un proyecto que libera a
los elefantes de trabajo domesticados y trata de brindarles una existencia más
gran cordial. Bueno,
lógicamente, estos elefantes no estaban completamente libres, pero al menos
recibían el mejor trato posible.
Nos encontramos con 3 elefantes, madre, niño y tía. Los saludamos con muchas bananas… ¡un buen comienzo desde el punto de vista de los elefantes, pues si alguien te trae bananas, es tu amigo! Banana = amigos 😊
Aprendimos bastante
tanto sobre su comportamiento como sobre su lenguaje corporal y durante el chapoteo en el río, vimos por primera vez a un elefante
reír 😊 Un elefante ríe cuando está cara a
la tierra…suena extraño - ¡y es extraño! Cuando se
acuesta de lado y su mejilla toca la tierra es una señal de alegría. Bueno, y el
divertido Mr. Kit parecía tener tanto placer en el agua fresca, ¡que casi
se desata una verdadera risa! Se revolcaba sin parar de una mejilla a
otra 😊
Al final caminamos unos kilómetros con ellos por el bosque, dejamos que nos sacaran una banana aquí y allá y también pudimos contactar un poco, es decir: acariciarlos. Son animales maravillosos y cariñosos y ¡la visita valió cada centavo! – La recaudación va principalmente al presupuesto de bananas… ¡Intenta llenar a un elefante bien! – ¡Un manojo de bananas desaparece como nada 😊 … ¡casi absorbido! ¡Törööööööö!