Publicado: 09.01.2024
Rotos y cansados, tomamos el autobús por la tarde hacia Quellon - como se mencionó - aquí el ferry debía salir a las 23 horas... En una vieja taberna, varios lugareños estaban bebiendo - nuestra suerte - logramos conseguir algo de comer y las bebidas eran muy asequibles a las 22 horas. Finalmente en Chile... además teníamos la vista perfecta del Pierre.
A la una - el barco aún no llegaba - la taberna cerró y nos pidió que nos fuéramos. Bueno. Ahora tocaba esperar afuera a unos 5 grados. Caballerosamente, le ofrecí mi chaqueta a Laura. Un perro se unió y quiso acurrucarse con Laura todo el tiempo. Así que seguramente ella no tuvo frío. A las 3:30 finalmente estaba en camino. El ferry era visible en el horizonte. Lo que no sabíamos - primero todos los peatones fuera - luego los autos. Luego algo más cargado y luego un poco más y un poco más y más y más. Lo más bonito fue - cuando los peatones abandonaron el ferry, parecía que Pedro tenía que ir al baño - así que subimos a bordo a las 5 horas. Y sí, mi calzón ya estaba mojado...
Entonces partimos y comenzó el ronquido. Realmente impresionante, como un concierto. En algún momento también me uní y me acosté en una fila de cinco. Por suerte, todo estaba libre.
El ferry navegó por sus fiordos y parecía Noruega. Realmente increíble. El clima se había vuelto excelente y se podía moverse cómodamente por el barco y disfrutar de la vista. Los precios de la comida eran aceptables y el té delicioso. También había una pequeña máquina de arcade. Al caer la noche, se volvió emocionante. 20 policías asaltaron el barco. En Alemania, los agricultores asaltan barcos, hasta donde tenemos conocimiento ;). Control de drogas. Nadie puede abandonar el barco. Con perros también se revisó todo y pudimos seguir adelante. Si alguien llamó a la policía, ya que una persona afirmó que estaba fumando un porro justo debajo del capitán :D
Así que hubo aún más retraso. Pero para nosotros fue perfecto - porque de otra manera habríamos llegado a Puerto Chacabuco a las 3:30. Así que pudimos dormir con tranquilidad y desembarcar a las 7.
Una vez que abandonamos el barco, comenzamos a buscar el autobús correcto. Era más difícil de lo que pensábamos. Porque los sábados los autobuses, pues, van como pueden, nos informaron 😱
Un chileno amable llamó a su amigo, que casualmente tenía un autobús. Genial. Partimos hacia Aysen. Allí rápidamente tomamos el autobús a Coyhaique. Por poco menos de 6 euros hicimos el viaje. Un taxi costaría 80 euros o más.
Al llegar al hotel, disfrutamos de nuestra tranquilidad. Conocimos a dos alemanes y a un gato. Que vivía en la casa. Lo cual es genial, si tienes problemas con los pelos. Pero suerte en la desgracia. No me resfrié 😄
Aquí podría haber algo más. Pero simplemente pasamos nuestro domingo descansando.
Saludos, Freddy