Publicado: 03.08.2016
Después de un desfile de kimonos, tomamos el autobús al templo Kinkakuji (Rokuon-ji). Allí se puede admirar el Pabellón Dorado. Tras una breve pausa para un helado, fuimos a pasear por las arcadas comerciales de Teramachi. Había sushi en movimiento sorprendentemente económico y delicioso, y souvenirs originales ;)