Publicado: 19.07.2023
14.07.2023 Me dirigí hacia Ulan-Ude y encontré por casualidad el paraíso de Baikal-Siberia a 150 km de viaje. La inmensidad del lago se extendía como un mar ante mí, las olas como del mar golpeaban una playa de guijarros desierta de varios kilómetros y el viento hacía que el calor fuera agradable. Pude acampar 7 m sobre la playa en un bosque de abedules, desde donde podía mirar hacia el lago. ¡Increíble! Aquí me bañé (rápidamente brrrrr), pasé la noche, disfruté de la puesta en el sol y del amanecer. Temprano, a las 6 de la mañana, volví a bañarme con una temperatura exterior de 10 grados. Tenía que hacerlo. Bueno, ahora sí, realmente a continuar hacia el sur.