Publicado: 19.04.2022
Después del desayuno, aproveché las horas de la mañana en Morelia para visitar dos museos. Por un lado, el Museo Regional Michoacano y, por otro, la casa natal de José María Morelos, un luchador por la libertad y héroe nacional mexicano.
Luego me dirigí hacia Guanajuato, un viaje que esta vez fue sin desvíos. El camino primero me llevó por un dique a través de un paisaje pantanoso y luego por tierras agrícolas fértiles. ¡Muy bonito y variado!
Guanajuato está enclavada entre dos colinas, por lo que las calles estrechas suben y bajan. Es una ciudad bulliciosa con muchos turistas. En un paseo, recogí mis primeras impresiones. Pasé el resto de la tarde en la piscina del hotel en la azotea, con una vista maravillosa.