Publicado: 06.08.2016
Hoy hemos dormido hasta tarde. Hasta las 8. El sol brilla. El corazón también. Es hora de explorar la zona después del desayuno. Hay un pequeño muelle y delante un minimercado. Philip quiere un helado. Está bien, mamá también. Jule está de mal humor. No logra dormirse. Decidimos ir a comprar más alimentos, para que los niños puedan dormir en el auto. Buen momento, porque una lluvia se aproxima. Mientras Jule y papá echan una siesta en el auto, Philip y mamá vacían el Lidl del pueblo. Philip agarra latas de ravioles con determinación. Ya estoy emocionado por la comida festiva ;)
Después del almuerzo vamos a la playa. Philip salta como siempre, lleno de energía, en las olas y construye castillos. Jule, por su parte, practica mantenerse en pie sin ayuda y se hace amiga de Palina. Pasamos la tarde alegremente bromeando con su mamá. Por la noche, nuevamente encendemos la parrilla eléctrica. Jule prueba de todo en la mesa de la cena. Papilla de cena, ¡qué tontería... ¡quiero pan y salchichas! Más tarde se nota que Philip no tuvo su siesta. El monstruo de la ira baila alegremente sobre su hombro. Jule resiste el alboroto y se queda dormida sin inmutarse.
Veamos si mamá y papá se quedan a ver la película hoy...
Por cierto, ¡esperamos que todos los nuevos escolares hayan tenido un día súper bonito hoy! ¡Diviértanse en la escuela, Feli, Leo, Greta y Til!