Publicado: 04.01.2019
Por cuarta y última vez, nos dirigimos a Auckland. Apenas llegamos a la ciudad, esa noche salimos a celebrar con amigos que Emilia había conocido en Kerikeri. El tour de fiesta estaba organizado específicamente para mochileros. Se iba de club en club, uno mejor que el otro. 😍🍻🙌🏼
Los días siguientes hemos estado relajándonos en Whatipu Beach y disfrutando del hermoso clima. Cuando regresamos de nuestras compras el sábado, todos los equipos de rescate estaban en el campamento. Un helicóptero sobrevolaba por encima de nosotros - no teníamos idea de lo que estaba sucediendo. Esa noche nos enteramos de que un adolescente se había ahogado debido a la fuerte corriente y que todavía lo estaban buscando con cámaras de imagen térmica. Fue una sensación realmente extraña pasar la noche en un lugar así. Sin embargo, la costa oeste de Nueva Zelanda es conocida por sus corrientes y los posteriores fallecimientos, así que mejor no ir a nadar.
En los últimos días en Auckland, alquilamos una casa para celebrar el Año Nuevo con amigos de nuestra vieja generación. Los días fueron realmente geniales y relajados. En Nueva Zelanda, prácticamente fuimos los primeros en dar la bienvenida al nuevo año 2019. 🎉🙅♂️ Pero fue un poco extraño saber que los demás en casa estaban por festejar durante 12 horas más. Cuando al día siguiente hablamos por teléfono con amigos de Alemania, ya eran las 12 del mediodía para nosotros - simplemente surrealista. 🤖🙅♂️😅