Publicado: 13.11.2017
Como necesitábamos un descanso del surf, exploramos las playas en los alrededores. Encontramos una hermosa y desierta playa de arena no muy lejos de Tamarindo. Pero el atardecer en Playa Tamarindo también fue fantástico. Solo que los innumerables mosquitos arruinaron el momento. Solo en mi pie conté 30 picaduras, y en toda la pierna serán alrededor de 50. :/
Mientras hacíamos surf, o intentábamos surfear, conocimos a algunas personas de aquí. Juntos fuimos a Playa Grande. Esta playa está protegida, ya que las tortugas marinas vienen aquí a poner sus huevos. Hicimos una barbacoa y disfrutamos de los últimos rayos de sol. El fuego de campamento, que en realidad debería distraer a los mosquitos, lamentablemente atrajo a los guardabosques. Así que tuvimos que empacar nuestras cosas y regresar hacia Tamarindo.
Pero en Costa Rica nada es tan sencillo como uno se imagina. Desafortunadamente, bebí agua con hielo en el albergue por la tarde. Normalmente siempre compramos agua, pero ese día pedimos una en el albergue. Mi estómago no estaba muy contento y desgraciadamente tuve que vomitar varias veces durante el trayecto de Playa Grande a Tamarindo. :/
Joice y Janine se divirtieron muchísimo, porque el auto delante de nosotros quedó atascado. Así que yo estaba de pie 20 cm en el barro, tenía que vomitar mientras los chicos sacaban el otro auto del barro. Buena noticia al final, todos llegaron a casa bien excepto mis chanclas. Estas no las volví a encontrar en el barro.
Después de que estuve en la cama y mi barriga comenzó a calmarse, Joice y Janine siguieron celebrando en los hoteles más bonitos de la ciudad. :/