Publicado: 19.01.2018
Después de haber tenido suficiente de sitios mayas y montones de piedras, nos relajamos en Bacalar. Este pequeño lugar se encuentra en la laguna de los siete colores. El agua es tan cristalina como todo lo demás aquí, y ofrece desde azul turquesa hasta tonos rojizos y azul oscuro.
Encontramos un albergue súper estiloso que se llamaba Tubo. Las habitaciones estaban dispuestas alrededor de una piscina y consistían en grandes tubos de concreto redondos. Dentro apenas cabía una cama doble, pero aquí no se necesita más. Cualquiera que desperdicia su tiempo en el interior de este lugar de ensueño es un idiota.