Publicado: 18.03.2023
En nuestro penúltimo día en Kioto, a pesar de la fatiga, nos levantamos temprano para tomar el mismo desayuno que ayer y hoy dirigirnos en bus a Arashiyama.
Arashiyama es un barrio de Kioto y, en mi opinión, también el más hermoso, lo cual pudimos comprobar rápidamente al llegar. De camino al templo Tenryu-ji, paseamos por la zona y notamos que Arashiyama es mucho más verde que el resto de Kioto y claramente más verde que Osaka. Las casas allí suelen tener un estilo japonés antiguo y la naturaleza abunda por todas partes. Incluso en el templo había un gran jardín templario, decorado con muchas hermosas flores. Justo al lado estaba el bambusal con bambúes de varios metros de altura. Detrás había un pequeño sendero que conducía a un hermoso mirador, desde donde se podían ver el río y las montañas. Allí nos sentamos un rato y disfrutamos de la vista. En el camino de regreso pasamos junto al río, donde varias personas remaban en botes. En el puente Togetsu-kyo había muchos puestos montados tanto delante como detrás, como en un festival callejero. Estaba repleto de visitantes, pero también aquí había muchas mujeres con yukata paseando. Mientras explorábamos la zona, Nico y yo probamos muchas cosas, pero una se nos quedó grabada en la mente: un puesto vendía brochetas de carne, ¡pero no cualquier tipo de brochetas, no! Caras brochetas con carne de Kioto y carne de wagyu. Y esa carne valía cada yen. No solo el sabor era espectacular, sino que el alto contenido de grasa en la carne también proporcionaba una increíble textura. Y todo eso, a pesar de que solo estaban ligeramente sazonadas y se habían asado brevemente a la parrilla. Nada elaborado, solo la carne misma era tan genial.
Después pasamos un buen rato en la zona, ya que no solo era hermosa, sino también acogedora.
Cuando finalmente llegamos a nuestro hotel tras el viaje en un bus bastante lleno, comenzamos a planear nuestra estadía en Tokio con anticipación. Esto se debía a que teníamos que reservar algunas cosas en línea con antelación. Sin embargo, no quiero revelar qué era, ¡quiero que sea emocionante! 😉
Para la cena había un delicioso curry, pero japonés. Este no es lo mismo que el indio y aquí se llama karee. Además, también había rico tonkatsu (similar a la chuleta, pero frito). Y de nuevo no pude resistir la tentación del postre, así que fui al supermercado de al lado, donde además de un helado, retiré una pequeña cantidad de efectivo. Porque para mi sorpresa, en Japón todavía se paga mucho en efectivo, similar a Alemania.
P.D. si estás leyendo esto, mamá, espero que te haya gustado nuestro regalo. Feline se esforzó mucho