Publicado: 08.09.2017
Después de una noche muy agradable, la fiebre se fue, comenzamos el 7 de septiembre un poco más tarde. Nuestros hippies de al lado tampoco hicieron ningún signo de vida. Desayunamos en la playa, luego llegó uno de ellos y meditó, luego vino otro y se bañó desnudo en agua de cocodrilo. Eran completamente de otro planeta.
En el camino hacia Cairns, hicimos una parada en Palm Cove, que también es una playa muy hermosa. A pesar de las señales de cocodrilos, todos se bañaron, ya que había un salvavidas. Luego se llamó a nuestro destino Tjapukai, un centro cultural de los aborígenes. Reservamos la visita a las 13:30. Fuimos los únicos a esa hora. Un aborigen nos recogió y nos tocó en el didgeridoo. Sonaba muy bien hasta que tuvimos que intentarlo nosotros mismos. Pero si practicas un poco, lo logras y ya no suena como si estuvieras en el baño;)
Después, fuimos a un pequeño cine redondo donde los aborígenes explicaron su historia y la mostraron. En un teatro, también hubo danza, y hasta pudimos hacer fuego.
Ahora era el turno de la parte deportiva. Lanzar boomerangs. Mi primer intento aterrizó a 2 m frente a mí en el césped. ¡Qué vergüenza! Pero el aborigen se rió a carcajadas. Rico ya lo hacía mejor. El lanzamiento de peso con una especie de honda se me daba mejor. Creo que si Rico atrapa los pájaros del cielo y yo cazo otros animales, nos complementaríamos bien. 😊 Luego, nos contó un poco sobre la comida, la medicina y el arte de la caza.
Nuestro aborigen se llama Joe Schneider y cuando terminó la visita, charlamos un poco con él. Hablamos de su cultura y de cómo es oprimida por el gobierno o no es bien recibida. No consiguen trabajo porque son aborígenes. En cambio, un asiático puede conseguir trabajo en cualquier momento. Joe mismo fundó el parque, pero solo es empleado a tiempo parcial y gana 22 dólares la hora. Si lo contrataran a tiempo completo, ganaría 18 dólares la hora....
Pero a él le divierte este trabajo y quiere transmitir algo de su cultura, y probablemente sabe que de otro modo no encontraría trabajo. Esa es también la razón por la que muchos aborígenes beben y se vuelven criminales.
Tema difícil, pero fue bonito que alguien hablara tan sinceramente con nosotros.
Al final, nos regaló un boomerang y dijo que este es hecho a mano. En la tienda de souvenirs, todo era made in China :)
Por la noche, todavía estuvimos en Cairns en la laguna. Esta fue construida por la ciudad, ya que no se puede bañarse debido a los cocodrilos de agua salada. Se recreó relativamente de manera natural con playa de arena y fondo de arena y agua salada. Además, no se paga entrada y por fin tuvimos una ducha :)
Antes de que al día siguiente tomáramos el avión hacia Alice Springs.