Publicado: 04.12.2018
Fue una sensación extraña para mí cuando le pregunté a mi hijo por teléfono qué tren debería tomar para llegar a él. Me respondió: 'Mamá, te recogeré en el aeropuerto y luego iremos juntos en tren a mi casa.' Fue la primera vez que me fue a recoger y no al revés. De alguna manera, conmovedor.
Cuando llegamos a la casa de sus padres anfitriones, no estaban en casa, sino en una fiesta de Navidad. (Olvidé mencionar: ¡verano, pero Navidad!). Así que tuvimos toda la noche para nosotros solos, lo cual fue muy bonito después de los 10 meses que no nos habíamos visto.
Los últimos días hemos hecho muchas cosas juntos. Todos, es decir, los padres anfitriones, otra estudiante de intercambio francesa, mi hijo y yo.
Estuvimos en la playa nadando con clima cálido y en un lago cercano haciendo paddle surf. Al día siguiente, hicimos una excursión a Sídney, que está a aproximadamente 1,5 horas de distancia. Y finalmente pasamos una noche acampando en la playa.
El tiempo aquí pasa volando, pero así debe ser en vacaciones.
Ah, sí, a mi hijo también le gusta mucho aquí: ha decidido no volar de regreso a casa conmigo mañana. En su lugar, se quedará aquí 5 semanas más...