Publicado: 01.06.2017
Después de dos días relajantes junto a la piscina de nuestro resort en Bali, nos subimos al avión para llegar a la isla vecina de Bali, llamada Java... ✈️ 👩✈️
Al llegar a Yogyakarta, Wati, nuestra amable guía de habla alemana, nos recibió junto a otros seis alemanes y comenzó nuestro recorrido, donde tuvimos la oportunidad de descubrir los clásicos puntos destacados de Java. 🤗
Wati, que también es profesora (y a veces era bastante estricta con nosotros cuando tomábamos demasiadas fotos en lugar de prestar atención a sus numerosas historias sobre los dioses del budismo y el hinduismo), nos dejó claro rápidamente que vacaciones y tour son dos palabras contrastantes, y que debíamos dejar el descanso, la pereza y el bronceado para Bali. Así que cada mañana, a la primera hora de la mañana, nos despertaba el teléfono configurado demasiado alto en la habitación del hotel, con una llamada matutina, asegurándose de que todos estuviéramos en fila en la estera cuando Wati llegaba entre las seis y las siete de la mañana en el autobús para recogernos.
Sin embargo, quien empiece a pensar mal de ella se equivoca. Era una guía muy cálida, paciente y motivada, y respondió a todas las preguntas que teníamos en mente. 👋🏽👋🏽
Wati nos llevó al complejo de templos de Borobudur, el mayor santuario budista del mundo, luego sobre las terrazas de arroz hacia la hermosa cordillera de Java Central hasta el Plateau Dieng y sus fuentes volcánicas. Durante un recorrido por la ciudad de Yogyakarta, no solo vimos el Palacio del Sultán y las ruinas de un castillo de agua, sino también el santuario hindú de Prambanan.
Después de un largo viaje en tren hacia el este de Java y más horas en autobús, llegamos a un sencillo hotel de montaña. El último día fue muy exigente, ya que nos levantamos a las 3 de la mañana para ser testigos de un gigantesco amanecer desde la plataforma panorámica del Monte Penanjakan. ¡Y levantarse temprano definitivamente valió la pena! Los ojos cansados se desvanecieron ante el juego de colores del sol y, a más tardar, ante la vista única del Monte Bromo (volcán activo). 😍 Después, fuimos en nuestros Jeeps al cráter del volcán del Monte Bromo, recorrimos la última parte a caballo y echamos una mirada aterradora y rápida a su interior humeante y burbujeante, regresando a tiempo, ya que valorábamos nuestras vidas y la situación no era del todo segura. 😰😱
Después de este hito, terminó nuestro recorrido y, por lo tanto, también nuestro tiempo en Java, y regresamos de Java Oriental a Denpasar, en el sur de Bali.
Conclusión: ¡Java es el vecino desconocido de Bali que definitivamente merece una visita! ❤️