Publicado: 02.10.2019
Despertamos con los 5 grados fríos y húmedos pronosticados. Hasta el desayuno, posponemos la decisión de ir o no a ver ballenas en Tadoussac. Finalmente, los tres nos dirigimos al Zodiac, donde primero nos visten con overoles cálidos. Con nuestra ropa ya en capas debajo, nos sentimos como ballenas gruesas.
Con otros aventureros, pasamos 2,5 horas en la embarcación inflable. Volamos a gran velocidad sobre el agua turbulenta, con el viento y la lluvia en la cara y las olas desbordantes desde los lados. Después de una eternidad sentida, alcanzamos el lugar de reunión de las ballenas y somos compensados por todos los inconvenientes. Vemos ballenas jorobadas, ballenas de aleta y ballenas minke. Algunas muy cerca, algunas incluso brincando. Sin embargo, fotografiar es casi imposible con el oleaje.
Después de un fuerte refuerzo, nos dirigimos a Quebec. Llueve ligeramente y la niebla se cierne sobre los lagos y bosques.
Nuestra hermosa y amplia casa de vacaciones está situada en el verde, por encima de Quebec, con una magnífica vista de las montañas circundantes. Debido al clima, no podremos utilizar la parrilla y el jacuzzi hasta mañana.