Publicado: 21.11.2023
Los últimos tres meses hemos pasado por el infierno. De una visita corta planificada a Alemania, se convirtieron en 3 meses. El cáncer de Kilian regresó y la operación llegó más rápido de lo que pudimos asimilar el diagnóstico. Todo salió bien, pero la quimioterapia planificada nos trajo noches de insomnio. Se sopesaron pros y contras, se discutió y se reflexionó. Tres semanas más tarde, ya estaba en el primer ciclo de dos programados en el Hospital de Stuttgart. Al principio lo toleró bien, pero una semana después lo golpeó una sepsis. Fue necesaria una transfusión de sangre, surgieron dudas sobre el tratamiento y decidimos ponerle fin. El oncólogo nos dio su bendición y así estamos en el proceso de fortalecerlo, empacar la furgoneta y volver a salir al mundo. El mundo llama y nosotros respondemos... ahora más que nunca!
Un gran apoyo en este tiempo terrible fueron mi madre y su esposo Fritz. Pudimos aparcar con ellos (hemos estado viviendo en la furgoneta todo el tiempo), comer con ellos, lavar ropa, bañarnos y hacer todo lo que el corazón desea. Ellos cuidaron de los perros, sacaban a pasear cuando yo estaba en el hospital y siempre estaban allí cuando los necesitábamos. Palabras de consuelo y ofertas de ayuda incluidas. Es hora de dar gracias. Gracias mamá y Fritz por la ayuda en las últimas semanas y meses!! Gracias por todo. Fue reconfortante saber que no estábamos solos. ¿Qué haríamos sin ustedes?
En los próximos días dejaremos Alemania nuevamente por tiempo indefinido y estamos llenos de ganas de viajar y anticipación por lo que nos espera. Vamos a celebrar mi cumpleaños aquí y a despedirnos de amigos y familia.
Una vez más decimos adiós Alemania... adiós familia... adiós amigos... nos vamos :)