Publicado: 14.09.2023
Después de una noche en un hotel de 4 estrellas, que fue más reparadora que cualquier clase de yoga, decidimos que era hora de un desayuno irlandés al estilo 'Leprechaun'. Con una mezcla de huevo frito, morcilla y una porción de pan irlandés lo suficientemente grande como para alimentar a un equipo de fútbol, partimos fortalecidos hacia el Castillo de Kilkenny.
El castillo parecía haber celebrado su primer milenio, y nos sentimos como reyes y reinas en una aventura digna de Instagram. Después de tomar una cantidad desproporcionada de fotos (para la posteridad, se entiende), todavía tuvimos tiempo para explorar la encantadora ciudad de Kilkenny por nuestra cuenta. Un poco como en un cuento de hadas, solo que sin la malvada madrastra.
Al mediodía, continuamos nuestro viaje hacia Waterford, con una parada en el 'Rock of Cashel'. También podría haberse llamado 'Roca de la mala orientación', ya que tuvimos dificultades para encontrarlo. Pero finalmente llegamos al lugar místico y admiramos el Rock of Cashel, que seguramente tiene una historia fascinante.
Y entonces sucedió: en una acogedora tienda de lana irlandesa, nos topamos con el suéter de merino más suave y acogedor que jamás hayamos visto. El suéter era tan cómodo que nos preguntamos si existía algo como 'adicción a los suéteres'. Pero simplemente no pudimos resistirnos, y así terminó nuestro día con una compra que seguramente hizo sonreír a nuestro proveedor de tarjetas de crédito.
En general, nuestro día estuvo lleno de magia de castillos, aventuras en una pintoresca ciudad y una conquista inesperada en forma de un suéter. Esa es la vida de un bloguero de viajes: llena de sorpresas y maravillosos recuerdos. Y quién sabe, ¡quizás nuestra próxima aventura nos llevará al mundo de los leprechauns que tejen! 🌐🌰🏽
Ahora estamos emocionados por saber en qué hotel nos alojaremos hoy.
La historia continúa...