Publicado: 09.09.2020
Día 9 (9 de septiembre de 2020)
La noche pasada dormimos profundamente, aunque todavía estábamos algo exhaustos por el día anterior.
Para el desayuno, tuvimos el último agua y luego nos pusimos en marcha. Con un sol radiante, a medida que descendíamos cada metro, hacía más calor. Las innumerables piñas en el camino se sentían como canicas bajo nuestros pies. Afortunadamente, solo hubo una caída de Simi y todos permanecieron ilesos.
Una cascada que surgió de la nada, brotando de una roca, puso fin a nuestra sequía. El camino pasaba por impresionantes 'piedras de megalito', y una parte de ellas nos enseñó mucho sobre plantas.
Al mediodía llegamos a Termignon y nos concedimos una pizza en el único restaurante abierto y muy acogedor, La ferme.
Con el estómago lleno, continuamos caminando a lo largo del río. El camino tranquilo, que por cierto pertenece a la Via Alpina, ofrecía un contraste con el paisaje montañoso de los últimos días.
Tomamos las cosas con calma y llegamos a Bramans alrededor de las 5:30, donde después de muchas idas y venidas decidimos pasar la noche en el camping. Las duchas y la lavadora disponible fueron decisivas.
Después de montar las tiendas, paseamos por el entrañable pueblo antiguo y compramos en la tiendita, que se encontraba detrás del comedor de un hotel, tomates, jugo de albaricoque y vino.
De regreso al camping, disfrutamos de la ducha caliente, nos scrubamos bien y nos sentimos más que renovados. Toda la ropa fue a la lavadora y luego Alex y Jana se pusieron a cocinar. Había arroz tailandés y un buen vino.