Publicado: 19.07.2017
La experiencia de dormir al borde de la carretera y conocer a locales y renos se ha convertido poco a poco en parte de nuestra rutina. Nos esperaba un encuentro fascinante de este tipo en la última "gran ciudad" antes del extremo norte de Europa. Aquí en Alta, se han encontrado, como en algunos lugares de Laponia, numerosas y hermosas marcas en las rocas que datan de entre 5000 y 6000 años de antigüedad, pertenecientes a la población indígena de la Edad de Piedra, invitándonos a pasarnos horas admirándolas e interpretándolas. Un descubrimiento asombroso para nosotros: ya habíamos visto fotos de estas “tallas” en un museo Sami en Umeå (Suecia del Norte). Reno, osos, peces y aves parecían tener una gran importancia en aquel entonces; muchas de las simbolismos, sin embargo, ofrecen un amplio espacio para la especulación. Un museo asociado, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, informaba, además de estas cosas, sobre la historia de la región y de la ciudad. En nuestra posterior visita a la "metrópoli" de 5000 habitantes (sin posibilidades de lavar o ducharnos para nosotros), pudimos ver también la moderna catedral de auroras boreales.