Publicado: 26.02.2024
30. Día: La noche de ayer comenzó poco prometedora. Hasta poco antes de la medianoche, unos cuantos alborotadores organizaron una carrera callejera. La ruta sentida tenía unos dos metros de distancia alrededor de nuestra autocaravana. Nos pusimos auriculares y yo vi los partidos de la DEL de la noche en Magenta Sport. En algún momento pudimos comprobar que el problema se resolvió solo y pasamos una tranquila noche.
Nuestra excursión de la tarde nos llevó al parque regional Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar, que cuenta con seis ecosistemas diferentes: estanques salinos, bosques de pinos, cañaverales, marismas, dunas y los canales marinos cubiertos de juncos – así se dice en Internet. Lo que fue importante para nosotros, especialmente para Icke: Allí hay muchas aves acuáticas como el águila pescadora o el martinete. Icke tenía un tipo de ave muy específico en su lista: los flamencos. No tuvimos que buscar mucho antes de que Icke pudiera tomar su foto.
De vuelta en la autocaravana, se presentó una dura decisión: ¿Cómo seguimos? ¿A lo largo del mar hacia Alicante o de regreso a las montañas? Decidimos regresar a las montañas. De todos modos, en dos semanas estaremos de nuevo en Sagunto por algunos días, al menos es lo planeado. Pero hasta entonces queremos conocer mejor el España original y eso lo encontramos en las pequeñas ciudades y pueblos alejados del bullicio de la costa.
Así que partimos hacia las montañas después de café y pastel. En ese trayecto, nuestro camino nos llevó a Mula, donde se puede ver un castillo y un campanario en lo alto, que llamaron la atención de Icke. Así que decidimos detenernos aquí de manera espontánea. Encontramos un hermoso centro de la ciudad, donde notamos una escultura con dos tamboreros. Investigamos y descubrimos que estábamos en la ciudad de los tambores. Miles de personas tocan tambores aquí desde el Martes Santo a medianoche hasta el Miércoles de Ceniza a las 4 de la tarde. Este gigantesco espectáculo ha pasado a la historia como la "Noche de los Tambores" y, según la UNESCO, forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
No queríamos quedarnos hasta el Martes Santo y seguimos adelante. Logramos llegar a Casas Nuevas, un pueblo de 200 habitantes al pie del Espuna, que tiene 1.585 metros de altura. Aquí hay un buen lugar para estacionar, que ofrece todas las comodidades y además es gratuito. ¡Ah, sí! De camino, también hicimos una parada en Lorca, donde nos consentimos con una cena adelantada en una típica taberna española, que terminó siendo un almuerzo tardío. Sin embargo, todavía hubo cena...