Publicado: 11.07.2023
¡Schön, estás conmigo en mi blog de viajes! Soy Marion (63) y estoy encantada de llevarte en mi próximo viaje. ... vamos al oeste... hacia los EE. UU. y allí a la costa este, comenzando en mi metrópoli favorita: ¡NUEVA YORK!
Mis compañeros de viaje son Lucas, mi hijo menor, y Guido.
Antes de un viaje siempre viene la anticipación: la planificación del viaje y, por lo tanto, también hay que pensar, ¿qué llevo conmigo? ¿Tengo suficiente? ¿Tengo lo apropiado para cada ocasión? ¿O soy solo yo quien se siente así?
Finalmente, ya estamos listos para partir: las maletas y los documentos de viaje, incluido el guía turístico, están empacados - DÍA 1 - camino al aeropuerto de Zúrich - hacer el check-in - ¡esperar! Un poco de historia del aeropuerto: en 1948, después de solo dos años de construcción, el primer avión de Swissair, un Douglas DC-4, parte del aeropuerto de Kloten, como se llamaba en ese entonces, hacia Londres. Ese fue el vuelo inaugural, el primer avión, también un DC-4, aterrizó en el aeropuerto de Kloten proveniente de El Cairo.
Mientras tanto, nuestro avión, un Airbus A330-300, está listo para embarcar y unos minutos después, - a tiempo - listo para despegar. ¡Adiós Zúrich!
Aterrizamos puntualmente en JFK después de un vuelo de 8 horas - donde Jan nos recoge y tomamos un Uber a Manhattan hacia nuestro hotel.
Antes de disfrutar de un aperitivo en un moderno bar de surf en la terraza - con deliciosos nachos y guacamole - disfruto de la vista desde mi habitación, bajo el lema 'Habitación con vista'.
The Edge, así se llama la nueva plataforma de observación con una vista espectacular. Guardamos esta visita para el final de nuestro viaje.
Para cenar, vamos a uno de los restaurantes favoritos de Lucas 'The Palm'. Hoy es parte de una gran cadena que posee varios restaurantes en EE. UU.; sin embargo, antes pertenecía a una antigua familia italiana. El restaurante es impresionante solo por su decoración mural, donde también está inmortalizado nuestro amigo Jan, y la comida también es de calidad.
Después de un paseo de regreso a nuestro hotel y una última magnífica vista de las luces de la ciudad, un día muy largo llega a su fin.