Publicado: 12.04.2018
Hemos cruzado oficialmente la frontera de un país por primera vez dentro de Sudamérica.
¿No es una locura?
Al menos para mí se siente completamente loco.
Sin embargo, debo dar un poco de contexto...
Pasamos mucho tiempo en El Bolsón, vimos mucho y conocimos a muchas personas.
¿La razón por la que nos quedamos tanto tiempo?
Muy sencillo.
¡Nos gustó mucho aquí! Nos sentimos cómodos y, ¿por qué demonios deberíamos dejarlo atrás tan rápido?
Nuestra despedida de este lugar tan especial no fue fácil. Como siempre, solo puedo hablar por mí, pero creo que a los otros dos les sucedió algo similar.
No menos importante fue Savik, un nómada de Buenos Aires que habíamos hecho nuestro amigo, quien nos acompañó hasta el autobús y nos despidió de la manera más cordial.
El viaje en autobús a Bariloche pasó volando y pronto nos encontramos rápidamente en camino a un nuevo país...
Un viaje en autobús muy impresionante, si no el más impresionante hasta ahora.
El autobús subía cada vez más hasta que alcanzó una meseta.
Una y otra vez, bosques verdes y vibrantes luchaban con árboles muertos y secos por la supremacía en este lugar.
El clima había cambiado ya hace un tiempo.
Del sol más brillante a una espesa niebla y nubes densas.
Así se ve en el sur de Chile en esta época del año...
Esperemos que no 🙏
En Puerto Montt no buscamos mucho tiempo por un hostel, ni siquiera por el más barato.
El primero cercano estaba un poco por encima de nuestro presupuesto diario, pero realmente nadie quería buscar más.
Puerto Montt en sí parecía una ciudad enorme atravesada de vez en cuando por pequeñas casas de madera de colores, sin embargo, la primera impresión no fue:
¡Ooaar! ¡Sí! ¡Qué genial! Aquí quiero vivir para siempre y... no sé, abrir una tienda de gafas de sol.
Terminamos el día, que de alguna manera había sido un poco agotador debido al viaje en autobús, con una deliciosa cena, incluyendo postre.
Puré de patatas, cebollas fritas y zanahorias salteadas. Cocinado por mí 👏
¡Incluso sabía bien! 🙌
Al menos las caras de los otros dos no parecían estar en dolor.
De postre, después de 3 interminables meses, finalmente tuvimos un yogur, y sabía tan bien como si fueran 5.
El yogur fue, hasta ahora, de las pocas cosas que eran más baratas, en comparación con Argentina.
Los precios de los alimentos eran desgarradoramente altos.
Como si no nos hubieran advertido ya 😩
Estaba bien, pero para nosotros, pobres mochileros, fue como llevarnos a la hambruna...