Publicado: 26.07.2018
Después de que la playa de Akumal se volvió demasiado llena, tomamos un taxi hacia la laguna Yal Ku. Nuestro taxista nos ofreció llevarnos a la casa de una familia que está justo al lado de la laguna y donde podr%C3%ADamos tener un acceso privado por un precio de entrada más bajo. No nos pareció muy serio, pero decidimos echar un vistazo y luego optamos por no hacerlo. De alguna manera, ten%C3%ADamos la sensación de que eso podría ser un poco ilegal. Afortunadamente, el taxista nos llevó sin más discusiones a la entrada correcta, incluso nos dio el consejo de ir a la entrada trasera, ya que en ese lado de la laguna suele haber menos gente. La entrada también pertenec%C3%ADa oficialmente a la laguna. Agradecimos y pagamos los 260 pesos por persona, que ciertamente no fue barato, pero al menos no nos sentimos ilegales :D
Además, realmente valió la pena la entrada, ¡porque la laguna era hermosa! Durante nuestra estancia, vimos los peces más bellos y numerosos. El consejo del taxista resultó ser cierto, ya que después de un tiempo llegaron los primeros grupos de turistas, pero que fueron llevados a la otra entrada. Como las dos entradas estaban separadas y no había camino entre las dos, todo el bullicio ocurrió en el otro lado de la laguna, mientras que nosotros estábamos casi solos en nuestro lado. ¡Muy genial!
Lamentablemente, no se puede usar protector solar en la laguna, al igual que en todas las cenotes. Desafortunadamente, nos dimos cuenta de esto al final del día, a pesar de que el cielo estaba nublado. A diferencia de las cenotes, aquí no hay sombra en absoluto. Por ello, es mejor comprar una crema biodegradable o ponerte una camiseta. ¡Tu piel te lo agradecerá!
Después de haber visto muchos peces coloridos y disfrutar de la hermosa vista, comenzamos lentamente el camino de regreso. Era hora de salir del sol, ya que las nubes se habían dispersado. Regresamos en taxi a la playa y desde allí tomamos el colectivo de nuevo a Playa del Carmen. Esta vez nos dejamos llevar en taxi de vuelta al hotel, en lugar de caminar el resto, ya que lamentablemente no me sentía muy bien. En el hotel, pudimos descansar un poco.