Publicado: 25.06.2018
Para el recorrido de 28 km desde el aeropuerto hasta el hotel, nos tomó más de una hora.
Nuestra ruta pasó por pequeños y grandes templos, muchos santuarios y tiendas que venden esculturas de piedra.
El hotel Sri Bungalows tiene una pequeña entrada. Al seguir el camino hacia los bungalows, se pasa junto a una bonita piscina y se observa que los bungalows están distribuidos en un área muy grande.
Desde el balcón se tiene vista a un campo de arroz, donde varias patos se pasean y llaman la atención ruidosamente.
Después de una siesta corta y una refrescante ducha, nos dirigimos a la ciudad.
Para los hombres hubo un masaje relajante y para Anna y para mí, una pedicura con masaje de pies.
Con cócteles, deliciosa comida y jazz, dejamos que la noche se despidiera y nos fuimos a la cama cansados alrededor de las 21 horas.