Publicado: 09.03.2020
En El Chaltén, nuestro albergue era una cabaña construida por un antiguo
Simon encontró un súper alojamiento. Un antiguo guardaparque y perfeccionista construyó en su propiedad dos tiny houses, todo hecho de material reciclado, que alquilaba. Allí pudimos expandirnos y, junto con Hanne y Emil, quienes estaban en el camping al lado, cocinar y comer.
El primer día, el clima inicialmente no fue bonito y durante la noche se desató una tormenta horrible. Así que solo hicimos una pequeña caminata para salir de la casa. Pero luego nos abrazó la suerte! Tuvimos cuatro días de un clima maravilloso. Incluyendo amaneceres, atardeceres, calor del mediodía, y sobre todo: vistas impresionantemente fantásticas.
Ya he descrito tantas veces los paisajes y montañas en Patagonia. Pero esta vez no voy a describir cada caminata y cada rincón hermoso que descubrimos, aunque podría seguir haciéndolo con la misma intensidad que hasta ahora. Simplemente ya no tengo tantas ganas. Pero sigo en lo mismo, amo este paisaje, fue simplemente aquí otra vez hermoso, hermosísimo.
Ah, y Simon, quien una vez se quejó del exceso de naturaleza -montañas- glaciares en el sur de Patagonia y hasta consideró saltarse El Chaltén, estaba encantado de no haberlo hecho y de estar aquí. Estamos de acuerdo en que este parque nacional juega al menos en la misma liga que Torres del Paine.
Para Nueva Zelanda he pensado en otra forma de registrar mis impresiones y experiencias. La documentación escrita y detallada, que al final también no cubre todo, es laboriosa y, para el momento, un poco cansada.