Publicado: 21.11.2023
El primer día después de llegar es siempre un poco extraño y también confuso. Porque todo el tiempo antes se tenía una estructura fija: levantarse, empacar, comer algo y luego salir y seguir las señales. Pero cuando uno se despierta y en el primer momento piensa que tiene que irse, luego se da cuenta de que el Camino ha terminado, se da la vuelta y sigue durmiendo. También es una sensación agradable. Y luego uno piensa en qué hará durante todo el día. No me he puesto nada en particular, excepto disfrutar de un buen café y observar las olas, pero aun así el cuerpo aún está en modo caminante. Salí alrededor de las 8 y estuve paseando una hora. Hacía un frío intenso y viento. Es curioso que antes estaba a veces solo con camiseta y una capa de lluvia encima y ahora tengo camiseta, camisa larga, chaqueta de senderismo y aún así hace frío. Por eso no subí la montaña, sino que elegí una tienda donde me tomé un café. Después volví al alojamiento, hablé un poco con la persona de Colonia y luego salí de nuevo. Luego preparé algo de comer y me echó un rato. Y luego di un paseo por el pueblo. Así que fue un día muy relajante y esa sensación de vacío es completamente normal, ya la había tenido la última vez también, aunque especialmente la primera vez después, estaba tan agotado y aún tenía dolor en los pies que simplemente me quedé en la cama. Tengo grandes planes. Mientras camino, siempre hago una nota de cosas que quiero revisar o hacer cuando regrese, y voy a organizar y estructurar esa lista un poco. Lamentablemente, ha sido así hasta ahora y así les sucede a la mayoría, que después de unas vacaciones así, generalmente regresan a la rutina diaria y poco a poco los recuerdos se desvanecen. Esta vez tengo el blog, que me recuerda todo. Y haré más cosas para que el camino no caiga en el olvido. En general, estoy satisfecho con mi vida y no caminé para encontrar el sentido de la vida, lo cual, en mi opinión, son grandes expectativas, dado que solo se camina. También he recibido muchas ideas, pero ahora y más tarde en la vida diaria significa que debo revisarlas y luego cambiar ciertas cosas en mi vida diaria. Por eso ahora me parece bien el tiempo en que a veces pienso que lo estoy desperdiciando, porque no estoy haciendo nada, porque mi subconsciente está trabajando. Así que sigo disfrutando de la tranquilidad aquí en Muxía. Mañana por la mañana tomaré el autobús a Muxía y probablemente asistiré a un servicio religioso. Me quedaré un día y luego continuaré a Oviedo. Y ahora: el mar y las olas llaman.