Publicado: 13.09.2021
7.9. Nos levantamos y empezamos a empacar para continuar nuestro viaje. Nuestro destino es Leavenworth, pero en el camino tenemos algunas tareas pendientes: en Moses Lake pasamos nuevamente por un taller mecánico. La electrónica de Carlito está fallando y la ventana del lado del conductor ya no se abre. Sin embargo, el cristal se está deslizando lentamente hacia abajo en el marco, lo que provoca ruidos de viento muy incómodos en la carretera. El mecánico se toma apenas 5 minutos y logra resolver el problema. ¡Estamos felices!
El trayecto nos lleva a través del Columbia Valley, pasando por plantaciones de frutas y viñedos en dirección a Wenatchee.
¿Cómo se dice bávaro en americano? ¡Exacto, Leavenworth! En este (casi) pintoresco pueblito hacemos una parada. Leavenworth es una colorida mezcla de un pueblo montañés bávaro con una tienda de regalos rusa, una panadería danesa, música de acordeón saliendo de los altavoces y una antigua escritura alemana. ¡Está bien! ;) En cada restaurante además de las típicas hamburguesas, se sirven pretzels, Weisswurst, ensalada de papa, chucrut y strudel de manzana. La cerveza se sirve en jarra o incluso en bota, y además del ketchup, esta vez hay tres tipos de mostaza en la mesa. ¡El cambio de paradigma es divertido, también porque los empleados en el 'Andreas Keller' llevan lederhosen y dirndls y te traen una cerveza oscura diciendo: 'aquí está tu Dankels'! Delicioso. ;)
El día lo aprovechamos para intentar ponernos al día con nuestro blog. Roman escribe una semana completa a mano, yo un poco menos, pero subo una cantidad similar de contenido con fotos a nuestra página. En total, estamos casi 5 horas en el RheinHaus, pidiendo algo pequeño para picar y jugando a lo que podemos. Vale la pena el esfuerzo y ahora casi estamos al día.
Por la noche vamos a un camping KOA - que podría confundirse casi con un glamping - el camping tiene piscina, cine, duchas (las más limpias que he encontrado hasta ahora), wifi gratis en el terreno... aunque también tiene su precio. A pesar de que siempre tenemos algo que picar, todavía cocinamos y buscamos posibles lugares de trabajo en el extranjero.
La noche será calurosa y, para variar, volvemos a sudar.