Publicado: 26.04.2024
Amigos,
No quiero dejar de mencionar lo hermoso que era el lugar donde me alojé esa noche. Aproveché el atardecer para dar un paseo por la orilla del lago Manapouri y buscar un lugar tranquilo para mi cena.
Para ello, subí (quién lo hubiera pensado) a este increíble bloque de piedra y disfruté de las sobras de la noche anterior.
Y ahora, al llegar al sur, realmente he tenido contacto con estos molestos mosquitos. Son tan traicioneros, ya que son difíciles de escuchar y de ver, y uno realmente se da cuenta de ellos solo cuando pican. Además, considero que las picaduras son más molestas que las de los mosquitos, ya que pican de una manera más intensa.
Ese es un punto negativo, pero el paisaje y las vistas realmente compensan esto.
Esto es todo por ahora, y volvamos a la entrada planificada sobre los lagos Mavora.
Atentamente, Britta