Publicado: 26.06.2018
Hago - a pesar de que mis piernas están cada vez más cansadas - una vez más un paseo por la península. En una intersección un caballero me pregunta, ¿necesitas ayuda? Te ves perdido. Oh! pienso, está bien - sí, por favor. ¿Cuál es el mejor camino para seguir?
Más tarde resulta ser una gran idea preguntar a la gente por consejos. Gracias al caballero llego a una orangerie con café y galletas - justo antes de que cierren, ¡tengo suerte!