Publicado: 19.12.2017
Escaleras interminables, caminos empinados, resbaladizos y rocosos en subida y bajada... cuando incluso bajar empieza a doler y sientes cada músculo en tu pierna... cuando el clima cambia de un soleado quemante a un nublado frío y ventoso en 0.5 segundos... ¡sabes que estás en Mordor! Pero los paisajes impresionantes valen todo el dolor!