Publicado: 04.01.2020
Después del desayuno.... realmente dormimos mucho aquí 😉, tomamos un taxi al centro, donde nos dejamos llevar por el maravilloso clima entre todas las lindas tienditas y galerías de arte. Después de visitar el Museo de la Ballena, tomamos otro cappuccino y un batido de fresa, que nunca había visto una fresa de cerca y era tan dulce que podría haber convertido a todos los liechtensteinianos en diabéticos 😉
Por la noche, cenamos maravillosamente pescado con nuestros amigos Martina, Helga, Thomas y Peter en Lemon Butta, con vistas al mar.