Publicado: 11.12.2018
Después de una fantástica cena para la mayoría de los pilotos y el equipo en el primer restaurante de la plaza en Seakopmund, la noche del 08.12. llegó a su fin rápidamente, ya que nadie había dormido en la noche de la carrera.
Ahora era momento de que el equipo y los pilotos disfrutaran del resto, comenzando con un delicioso desayuno en nuestro acogedor hotel. Yo, en particular, fui un poco cauteloso para no desafiar de nuevo a mi sistema digestivo.
Después de desarmar las motos y meterlas nuevamente en las cajas de transporte, hicimos una excursión a Walvisbay y a la Duna 7 (una de las dunas más altas del mundo).
La subida fue muy calurosa, especialmente para Marco, Max y para mí, ya que decidimos ir descalzos. Los pies desnudos se estaban asando bastante. Sin embargo, definitivamente valió la pena, ya que en la cima pudimos tomar fotos espectaculares del paisaje de dunas. Otro punto destacado fueron los bancos de flamencos en Walvisbay.
Más tarde, dimos un pequeño paseo y un poco de drift con el Amarok en la playa, y nuevamente fue hora de la cena. Esta vez, lamentablemente, fue la última vez.
Ayer por la mañana nos distribuimos en los seis vehículos y nos dirigimos de regreso a Windhoek en caravana.
Al avión y de regreso a la fría Alemania.
Para finalizar, a petición especial, un pequeño excurso sobre la ruta, o más bien las condiciones del recorrido del Dash.
Los primeros 10 km fuera de Windhoek eran una carretera asfaltada normal. Después, el camino continuó por vías oficiales, donde también circulaban coches, especialmente los de apoyo.
Luego, se volvió extremadamente polvoriento y con mala visibilidad.
Sin embargo, el camino es muy accidentado y en algunas partes está muy desgastado, por lo que uno está constantemente en la búsqueda de la mejor línea. No es posible conducir largo sin concentrarse. Desde el punto de vista técnico, el recorrido no es muy exigente. Lo más complicado es en las bajadas, ya que puede haber grava suelta.
Como se ha mencionado anteriormente, en la etapa seis hay un tramo de 15 a 20 kilómetros que es muy arenoso y que agota los últimos granos de energía.
Los últimos km hacia Swakopmund están nuevamente asfaltados.
Así que, me despido, cierro este blog y espero que les haya gustado.
Hasta 2020 para un nuevo intento.😉🛹♀️🛹♀️🛹♀️
Marcus Wilden
Equipo PST Racing