Publicado: 17.03.2023
Para el desayuno hay pan del día anterior con miel de producción propia. Después, lo habitual: subir y bajar entre Refugio y el punto de embarque. Juliette hace de guía para unos americanos, yo me quedo en el Refugio. Según la pizarra, solo hay dos personas registradas para la salida del almuerzo. Al final, son cuatro las que aparecen abajo en las rocas. Pablo no está contento y me mira con desdén. Solo tiene dos chalecos salvavidas disponibles. Bueno, ¿qué se le va a hacer? Simplemente una mala comunicación; esto sucede con frecuencia por aquí.
Al mediodía, Mati regresa del Refugio Alerces. Después de tres veces subiendo y bajando hacia el punto de embarque bajo el calor, ya estoy bastante cansado. Marco me llama, dice que debo ir al Refugio Alerces a ver a Lars por dos noches.
Así que eso significa otros 6,5 km cuesta arriba. Uff.
Al llegar, Lars hace pan. El resto de la tarde lo paso leyendo frente al horno de leña.