Publicado: 27.02.2020
El camino de Mirissa a Unawatuna fue de nuevo un salto. Unawatuna también es un lugar bastante turístico, pero la carretera principal no pasa directamente al lado de la playa, sino a unos cientos de metros detrás. Eso hace que la experiencia sea mucho más agradable.
Después de mirar unas pocas opciones de alojamiento, encontramos el que ya había elegido previamente: el "Secret Garden". Como descubrimos en el lugar, está dirigido por una muy amable suiza. Los edificios son de la época colonial. A través del gran jardín hay un canal y en el jardín hay una cúpula octogonal, donde se ofrecen clases de yoga a diario y masajes a pedido. Reservamos por dos días y obtuvimos una elegante cabaña en el gran jardín, suficientemente lejos de la carretera.
Tras nuestra llegada, fuimos a nadar en el hermoso mar turquesa. Por cierto, el mar tiene una temperatura perfecta; bastante cálido, por lo que no se pasa frío incluso después de un tiempo largo, y aun así no está demasiado caliente, como lo recuerdo de las Seychelles, donde saltar al agua ya no resulta refrescante.
Comimos muy bien y ambos nos consentimos con un masaje del instructor de yoga. Fue uno de los mejores masajes que he tenido :)
Al día siguiente exploramos la cercana fortaleza de Galle (se pronuncia 'Gol').