Publicado: 14.10.2024
Hoy hemos bajado los 322 metros de altura y nos hemos dirigido a Platja d‘Aro. Una enorme urbanización turística en el extenso Playa D‘Aro. Alrededor de la carretera principal, con sus innumerables tiendas, bares, restaurantes y clubes, hay bastante animación. También es domingo y los españoles están deambulando; sin embargo, en general es temporada baja y hay pocos turistas.
El paseo marítimo es realmente bonito, con cafés y restaurantes, si no fuera por los muchos errores de construcción.
Los “errores de construcción” en la Costa Brava se refieren a los masivos desarrollos inadecuados en la construcción, que se han consolidado particularmente desde la década de 1960 a lo largo de la costa de Cataluña. Esta región, que se extiende desde Blanes hasta la frontera francesa, ha sido severamente afectada por proyectos de construcción en el contexto del creciente turismo en España, que se han vuelto poco respetuosos con el medio ambiente, la estética del paisaje y la arquitectura regional.
Con el surgimiento del turismo masivo en las décadas de 1960 y 1970, se levantaron muchos edificios altos, complejos hoteleros y apartamentos turísticos. Muchos de estos edificios son visualmente inapropiados y no se integran armoniosamente en el paisaje.
En muchas áreas, se han edificado tramos de playa y colinas con construcciones densas. Esto no solo ha alterado significativamente el paisaje, sino que también ha conducido a problemas ambientales como la erosión y la destrucción de ecosistemas. El entorno natural, que antes estaba dominado por bosques de pinos y costas rocosas, ha sido reemplazado por concreto en muchos lugares.
Muchos de estos proyectos de construcción se desarrollaron sin una planificación urbana a largo plazo o consideración de las consecuencias ecológicas. En los primeros años del desarrollo turístico, a menudo solo había leyes ambientales débiles o se eludían para obtener ganancias rápidas.
La rápida expansión a menudo llevó a la sobrecarga de la infraestructura local, como carreteras, sistemas de alcantarillado y servicios públicos. Esto, a su vez, condujo a más problemas ecológicos, especialmente en los meses de verano, cuando la población turística aumentaba bruscamente.
En las últimas décadas, sin embargo, ha habido esfuerzos para revertir o al menos mitigar estos desarrollos. Se han implementado regulaciones de construcción más estrictas y medidas de protección ambiental, y algunas de las áreas más gravemente afectadas han intentado reparar los daños y promover un modelo turístico más sostenible. Aun así, los